Pero no uno cualquiera...
En el año 2007 se llevó a cabo un curioso experimento. Colocaron a Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, junto con un violín Stradivarius de 1713 ( valorado en 3,5 millones de dólares) en una boca de metro de Washington en hora punta. Estuvo 45 minutos tocando y sólo unos pocos se dieron cuenta de la excepcionalidad del momento. Tan solo una persona le reconoció.
Está claro que la gente no va al metro a escuchar a un señor tocar el violín, que tienen otras prioridades, como por ejemplo coger un tren que llega en un minuto a la estación, pero no deja de ser curioso el experimento. Por cierto, Joshua recaudó 32 $ en esos tres cuartos de hora. No está mal para ser un "músico callejero".
¿Nadie se dió cuenta de que hera Joshua Bell?¿O que tocaba con un Stradivarius de 1713, valorado en 3 millones y medio de dólares?
ResponderEliminarSi se molestaran en escuchar una de las más bellas partituras se darian cuenta de que hera un famoso violinista.
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